Pastel de zanahoria, frutos secos y glaseado de naranja

sábado, 17 de diciembre de 2016

Al final de la Guerra de Sucesión Española -1701-1713- se firma el Tratado de Utrech, por el cual Gibraltar y la isla de Menorca pasan a estar bajo la soberanía británica.
Gibraltar continúa estándolo, y en Menorca duró casi un siglo, hasta 1803, año en que se firma el Tratado de Amiens y vuelve a tener la sobernía española.

La influencia británica ha dejado mucha huella en la isla y en su gente. Desde estilos arquitectónicos, costumbres, danzas, juegos... En el lenguaje menorquín se siguen usando muchas palabras inglesas, y por supuesto, en su cocina. !Si váis a Menorca no os perdáis su caldereta de langosta!

Ya os estaréis preguntando a qué viene este tema hoy en un blog culinario... Os cuento.

Tengo un amigo menorquín, mi querido Benet, muy "british" él. Adora todo lo inglés, tanto, que cada año, nieve, llueve o ventee, él no se pierde su viaje a Inglaterra. Y fue él quien me dió la receta de este pastel que os traigo hoy y que se ha convertido en un clásico en casa, tanto que tengo que hacerlo al menos una vez al mes (aunque últimamente a mi señor esposo no le importaría que lo hiciese cada semana, jeje).





                    Buena pinta ¿verdad? Y ese tono dorado que le da el azúcar moreno, aparte de lo suave que está, me chifla.

                                                ¡Pues vamos ya a por la receta!

Ingredientes:

Para el bizcocho

  • 3 huevos grandes.
  • 175 gramos harina de trigo.
  • 175 gramos azúcar moreno.
  • 175 mililitros aceite oliva suave.
  • 50 gramos de pasas corintas.
  • 50 gramos de nueces.
  • Ralladura de una naranja.
  • Un sobre de levadura Royal.
  • Media cucharadita de sal fina.
  • Media cucharadita de nuez moscada.
  • Una cucharadita de canela.
  • 150 gramos de zanahoria (pesar despues de pelar y quitar las puntas). 
Para el icing (cobertura)

250 gramos azúcar glass.
5 cucharadas soperas de zumo de naranja.


Preparación del bizcocho:

  • Precalentar el horno a 170º.
  • Engrasar con aceite de oliva un molde de 20 cms de diametro y al menos 7 cm de altura. 
  • Espolvorear con un poco de harina.
  • Rallamos la zanahoria y trituramos las nueces. 
  • Tamizamos la harina junto con la levadura.
  • Rallamos la piel de la naranja.
  • Ponemos los huevos y la pizca de sal en un bol y batimos muy bien, que queden espumosos (yo uso el robot, pero se puede hacer perfectamente a mano también).
  • Ir añadiendo, sin dejar de remover, el resto de ingredientes en este orden:  azúcar, aceite, zanahoria, pasas y nueces, ralladura de naranja, canela y nuez moscada.
  • Mezclar todo muy bien e ir añadiendo poco a poco la harina tamizada con la levadura.
  • Ligar bien con la espátula y poner la mezcla en el molde previamente engrasado.

  • Lo llevamos al horno, a media altura y calor arriba y abajo y lo dejamos 35-40 minutos.
  • Si pasado este tiempo lo pinchamos en el centro y aún está un poco blando, dejar unos 7 minutos más, apagar el horno y no sacarlo hasta pasado 10 minutos.
  • Lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.


Preparación de la cobertura:

  • Ponemos en un bol el azúcar glass y el zumo de naranja.
  • Con una cuchara de madera o de silicona vamos mezclando hasta que el azúcar esté integrado totalmente con el zumo.
  • A partir de aqui solo remover, nunca batir, hasta que tenga una consistencia que la gota quede suspendida en el borde de la cuchara y caiga despacio (ni líquida ni espesota. 

Esto puede tardar unos veinte minutos o más eh, así que, paciencia.

Y ya solo nos queda cubrir la tarta con ella. Lo haremos con el bizcocho sobre la rejilla y bajo esta una bandeja o un papel vegetal, para no manchar.
La mejor forma de hacerlo es poniendo un cuchillo a unos 5 cms del bizcocho y sobre él poner cucharadas de la mezcla.
Despacio y repartiéndola sobre todo alrededor, parando y esperar que vaya cayendo despacio.
No tarda mucho en solidificar, así que antes que lo haga, adornarlo con unas nueces o con pasas.

Ah, y no pasarlo a una bandeja hasta que solidifique bien, !o se os pegará a ella!



                                        Y queda así de bonita. ¡Espero que os guste!

Pastel de morcilla de Burgos.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Me gusta mucho cocinar, creo que ya lo he dicho por aqui, de hecho, me encanta. Pero cuando tienes que cocinar a diario para la familia lo que más cuesta, al menos a mi, es elaborar los menús.
Primero, para no cansar repitiendo demasiado las comidas, luego, y supongo que os pasará igual, lo que le gusta a uno no le gusta al otro o le gusta menos. Así que hay que ir alternando y si te gusta menos hoy, el de mañana te gustará más, eso es lo que hay o cocinas tu, jeje.

Hoy traigo un plato a gusto de todos, no protesta ninguno. Además, siempre suelo tener un par de placas de hojaldre y de masa quebrada en la nevera para los imprevistos, me sacan más de una vez de apuros, creedme. Esta vez me pasó así, y como tenía también dos morcillas de Burgos, caseras y ricas, ricas, que me trae una amiga de su pueblo, hechas por sus padres, pues solucionado ¡un pastel de morcilla!


Buena pinta ¿verdad? ¡Pues vamos con la receta!

Ingredientes:

  • 2 morcillas de Burgos.
  • 2 placas de hojaldre.
  • 1 litro de leche (yo la uso semidesnatada).
  • 3 cucharadas soperas de harina de trigo (colmaditas).
  • 2 cucharadas soperas de mantequilla (rasas).
  • sal.
  • nuez moscada.
  • pimienta blanca (mejor recién molida).
  • Un huevo para pincelar al final.



Notas:

  • Utilizaremos una fuente o un molde grandes (30-32 cm), y de al menos 6 o 7 cm de altura.
  • Precalentar el horno a 180 º, calor arriba y abajo (si usamos el ventilador, poner a 175º).
  • Parrilla en la segunda posición por debajo. 
  • Sacamos el hojaldre de la nevera para que vaya templándose y no se nos rompa al amasarlo.


Preparación: 

  • Pelamos y cortamos en rodajas la morcilla.
  • La ponemos tal cual en una sartén a fuego bajo, así la desgrasamos un poco, aunque esta morcilla no tiene mucha grasa.
  • Con una pala de madera iremos deshaciéndola, para que luego no nos queden trozos grandotes en el pastel.

  • Mientras, ponemos a templar la leche y en un cazo ponemos la mantequilla a derretir.
  • Ya derretida, agregamos la sal, la nuez moscada y la harina.
  • Vamos integrando todo removiendo con cuchara de madera unos 3 o 4 minutos, es esencial que la harina cueza un poco con la mantequilla antes de agregar la leche.
  • Agregamos la mitad de la leche, le molemos un poco de pimienta blanca y comenzamos a remover con la cuchara de madera y a fuego lento.

  • Yo cuando comienza a engordar la bechamel cambio la cuchara por un batidor de varillas, os aseguro que no queda ni un grumo.
  • Seguimos añadiendo poco a poco leche hasta que quede a nuestro gusto. No debe quedar demasiado espesa, ya que luego en el horno espesará un poco más.
  • Dejar en espera.


  • Engrasamos un poco con mantequilla la fuente que vayamos a usar para el pastel.
  • Con el rodillo de amasar estiramos las placas de hojaldre a un poco más ancho y largo que el molde.
  • Enharinamos el rodillo y vamos enrollando sobre él un hojaldre, lo llevamos sobre la fuente y despacio lo vamos dejando caer.
  • Ha de cubrir el fondo y los laterales y un par de cms por fuera del borde.Con un tenedor vamos pinchando la masa, para que luego no coja aire.

  • Sobre el fondo repartimos bien la morcilla y sobre ella vamos poniendo la bechamel. La cantidad a gusto de cada uno. Lo suyo es mitad de morcilla y mitad de bechamel (de altura).
  • Repetimos la misma operación con el otro hojaldre, cubriéndolo todo.
  • Apretamos con los dedos la masa sobre todo el borde para que una bien y pasamos el rodillo, la cortará perfectamente.
  • Con el sobrante de la masa podéis adornar un poco por encima.
  • Batimos un huevo y pincelamos bien todo, así luego quedará doradito y brillante.
  • Llevamos al horno y horneamos unos 30-35 minutos.
  • Si véis que se dora muy pronto por arriba, cubrir con papel de aluminio. 
  • Servir templada.


                               ¡Espero que os guste, yo tuve invitados ese día y les encantó!

Bizcocho de naranja y chocolate

sábado, 12 de noviembre de 2016


 ¡Al fin puedo traer al blog este bizcocho tan rico!

Y es que, creedme, lo he hecho varias veces y no conseguí ninguna de ellas fotografiarlo entero. Suelo hacer las cositas de repostería por las tardes, y claro, antes de las fotos han de enfriarse, adornarlas, etc... Pero... llegan mi marido y mi hijo de trabajar y ¡zas, atraco al bizcocho!

No me extraña nada eh, porque está riquísimo y jugosísimo hasta el último trozo. Mirad en esta primera foto ¡que pintaza tiene!


 Nota: La receta me la pasó una amiga, y ella la había sacado de internet. Yo le hice algún que otro cambio, pero por si alguien la reconoce como suya lo dejo dicho aqui.

¡Vamos a la receta!

Ingredientes:
  • 2 naranjas medianas.
  • 5 huevos grandes.
  • 300g harina de trigo.
  • 300g azúcar blanco.
  • 300g de aceite oliva suave o de girasol.
  • 100g chips de chocolate negro.
  • 100g chips de chocolate blanco.
  • 1 sobre y una cucharadita de levadura (yo usé Royal). 
  • Una pizca de sal.
  • 2 cucharadas de coñac (opcional)

Preparación:

  • Molde de 28cm. Engrasado muy bien con aceite y harina.
  • Precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo.
  • Rallamos la piel de las naranjas y las pelamos muy bien, que no queden restos blancos, la abrimos en gajos y quitamos la parte blanca también. 
  •  Humedecemos y enharinamos con un poco de harina los chips de chocolates.
  • En el vaso de la batidora ponemos la ralladura y los gajos de la naranja y lo trituramos muy bien.
  • Añadimos el coñac y el azúcar y seguimos triturandolo hasta que quede muy fino.
  • Agregamos la levadura a la harina y tamizamos la mezcla. 
  • En el bol del robot (con el batidor) ponemos los huevos enteros (sin cáscara, claro),  la pizca de sal y batimos a velocidad media-alta hasta que queden muy muy espumosos.
  • Bajamos la velocidad y agregamos el aceite de oliva, la mezcla de naranjas y azúcar, y batimos un par de minutos más.
  • Cambiamos el batidor por la pala y a velocidad baja iremos agregando poco a poco la mezcla de harina y levadura, ayudándonos con una lengua de silicona para que se integre toda.

  • Sólo queda agregar los chips, mejor con la espátula y con movimientos envolventes. Dejamos un puñadito aparte.
  • Ponemos la mezcla en el molde y repartimos por encima el resto de chips.
  •  Colocar en la rejilla por debajo de la mitad del horno.
  • El tiempo de horneado es entre 30 y 35 minutos, según cada horno. Yo lo pincho a los 30 y si aún no está hecho lo dejo un poco más.

 Sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre rejilla. Cuando esté totalmente frío espolvoreamos azúcar glass por encima y si queréis algo más bonito, unas rodajas de naranja confitada. Yo esta vez no tuve tiempo, pero queda bonito y rico, rico.




                                         ¡Espero que lo hagáis y me digáis si os gustó!

Areias de Cascais (Arenas de Cascais). Receta portuguesa

jueves, 27 de octubre de 2016

Me encanta la gastronomía portuguesa, tanto lo salado, como lo dulce. Y cuando quiero recetas nuevas, acudo a mi amiga Carmiña, mi galleguiña portuguesa ( mi receta de Bacalao Dorado me la dió ella).
Esta vez toca dulce, unas pastas muy sencillas, de pocos ingredientes y no difíciles de hacer y que están ricas no, riquísimas. La primera vez que las hice salieron veinte pastitas y creedme, ¡volaron ipsofacto!. Así que la vez siguiente doblé los ingredientes y salieron cuarenta e igual de ricas.




                                  Buena pinta, ¿verdad? ¡Pues vamos con la receta¡

Ingredientes:

  • 150g de mantequilla sin sal.
  • 50g de manteca de cerdo.
  • 300g de harina fina de trigo.
  • 70g de azúcar blanco.
  • Un poco más de azúcar para rebozar las pastas una vez hechas.

-La mantequilla y la manteca han de estar a temperatura ambiente, así que las sacaremos con tiempo del frigorífico.



Preparación:

  • Ponemos la mantequilla y la manteca de cerdo en el bol de la amasadora con el utensilio pala a una velocidad media baja, para que se vayan integrando.
  • Una vez que se integren y se vea cremosa la mezcla, añadimos la harina previamente tamizada y el azúcar y seguimos amasando.
  • Y en este punto he pensado yo que de ahí le venga el nombre a estas pastas, ya que la mezcla comienza a ser "arenosa", así que seguiremos amasándola hasta que este lisa.
  • La sacamos a una superficie dura (encimera, mármol...) y la amasamos un poco, apenas un minuto.
  • Dividimos la masa en dos y formamos dos cilindros de unos 30cms, los envolvemos en film transparente y lo dejamos en el frigorífico durante una hora. 

  •   Pasada la hora encendemos el horno a 170º, calor arriba y abajo.
  • Preparamos una bandeja con papel vegetal especial para horno.
  • Sacamos los cilindros del frigorífico y vamos haciendo porciones de entre 25 y 30 gramos.
  • Con las manos les vamos dando forma de bolitas y las vamos colocando sobre la bandeja, tal cual, y no muy pegadas unas a otras para que no se peguen, ya que ensancharán bastante.
  • Las llevamos al horno, colocando la bandeja un nivel por debajo de la mitad.
  • El tiempo de cocción es de 25-30 minutos, depende de cada horno.No conviene que se doren demasiado, así que a los 25min comprobaremos si están.

  • Una vez hechas las sacamos del horno y con mucho cuidado, ya que se rompen muy fácilmente, las vamos pasando a una rejilla enfriadora.
  • Aún templadas las rebozamos en azúcar y listas.
  Nota: Se conservan bien en una caja de lata o un tupper hermético.


                        Espero que las hagáis, ya veréis que repetiréis.
Yo las tomo siempre con té, ¡y me saben exquísitas!



Uvas

martes, 18 de octubre de 2016

Si hay algo que me gusta del otoño son las uvas.
Me gustan todas en todas sus variedades y colores, pero la que más, la moscatel. Su sabor y dulzor son únicos.
Y si van acompañadas de un buen queso, ya son mi perdición. Ya lo dice el refrán ¿no? "Uvas, pan y queso...saben a besos".

Esta semana compré blancas y rojas, buenísimas y preciosas, así que decidí "inmortalizarlas" y os las dejo hoy en el blog.






Pimientos asados caseros

miércoles, 12 de octubre de 2016



¡Hola de nuevo!

Este verano ha sido un poco complicado para mi y por ello he faltado a mi cita con el blog, pero ya
estoy aqui de nuevo con mis recetas y fotos.
Espero que os gusten.

Y comenzamos con verdura, unos ricos pimientos asados caseros.
Sí, sí, ya sé que son pesados de hacer, que es más fácil comprarlos ya hechos en el super y tal... Pero ¿verdad que no saben igual que los hechos en casa?

Yo tengo mi forma particular de hacerlos y creedme, tampoco es tan pesado, y eso que yo, cuando los hago, suelo hacer bastante cantidad para congelarlos y así tenerlos cuando nos apetecen.
Esta vez he de decir que no tenía pensado hacerlos, pero entré en la frutería, los vi tan bonitos, tan hermosos... ¡que compré nada menos que casi seis kilos! Además, como también les pongo tomates,  añadimos dos kilos más a asar...


                                  Y aqui los teneís ¿preciosos eh?  ¡Pues vamos con ellos!




Para asarlos:

  • Lo primero, lavarlos muy bien con agua fría y secarlos (tanto los pimientos como los tomates).
  • Pondremos una bandeja de horno en la posición más baja que tenga y la llenamos de agua.
  • La parrilla la colocamos un poco más baja de la mitad de la altura del horno, sobre la bandeja con agua.
  • Encendemos el horno a 200ºC, función grill.
  • Vamos colocando en la parrilla los pimientos que quepan, bien apretaditos unos a otros, ya que luego perderán volumen.
  •  Y a estar pendientes, sin movernos de ahí, hasta que veamos que están tostados por encima y la piel se va hinflando.
  • Con una pinza con las palas de silicona (para que no se rompan, pues sí se rompen no se asan bien) les iremos dando la vuelta. 
 Ya podemos movernos eh :) Con echarles un vistazo cada 10-12 minutos es suficiente.

  • Necesitaremos un bol grande, una bolsa de plástico grande y bien limpia y dos paños de cocina. 
  • Acomodamos la bolsa en el bol, abierta, ya que en ella iremos poniendo los pimientos que vayan estando listos.
  • Cada vez que pongamos pimientos en la bolsa hemos de cerrarla bien y cubrir todo con los paños. Así saldrán más tiernos y se pelarán mejor.

  • Continuamos con los tomates. 
  • Iremos colocándolos en la parrilla cuando vayamos sacando pimientos y quepan todos a la vez. 
  • Los colocaremos con el rabito para abajo y así hasta que estén muy bien asados por esa parte, ya que luego les iremos dando la vuelta sobre un plato y los asaremos así directamente, para que no pierdan ningún jugo ni manchen el horno.
  • Una vez todo asado, pimientos y tomates, los dejaremos reposar hasta que estén completamente fríos (los tomates tal cual en el plato, no hay que meterlos en la bolsa).


  • Ya frío todo, vacíamos la bolsa con los pimientos en el bol y ahí directamente los vamos pelando, sacando la pulpa  a otro recipiente.
  • Una vez pelados colamos el contenido del bol y reservamos los jugos.
  • Hacemos lo mismo con los tomates. 
  • Mezclamos todo, pimientos, tomates y jugos.
Y ya está listo para usar. Yo esta vez los hice como ensalada, con cebolla picada, sal, aceite de oliva
y un poco de vinagre de vino de Jerez (opcional vinagre). Pero como os dije, hice bastante cantidad y congelé mezcla de pimiento y tomate para tres veces.

Están muy ricos con ventresca de atún o melva, y también con langostinos cocidos.



                                                          ¡Espero que os gusten!




Coliflor, bechamel y parmesano

viernes, 25 de marzo de 2016

Si hay una verdura con la que puedes hacer muchísimos platos y sin muchas complicaciones, es la coliflor. En ensalada, con un simple aliño de aceite de oliva y limón, con mahonesa o aliolí, en salmuera con cominos, en sopas, frita, a la plancha... O esta receta tan rica que os dejo hoy y de la que mi hija y yo somos fans incondicionales.
La única pega de la coliflor es el olor tan fuerte que da al cocerla y que, si te descuidas, llega a toda la casa. Pero para eso tengo un remedio que me dieron hace tiempo y que es infalible: poner en el agua de cocción, junto con la coliflor, 4 ó 5 granos de pimienta negra y un buen trozo de pan duro.
¡Os aseguro que no huele nada!

Nota: Recordaros que si pincháis en las fotos las podréis ver ampliadas y en secuencia.



Ingredientes:

  • 1 coliflor de 1 kg aproximadamente.
  • 4 ó 5 granos de pimienta negra.
  • un trozo de pan duro.
  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen.
  • sal.
  • Queso parmesano.

Para la bechamel:

  • 1 cucharada sopera colmada de mantequilla.
  • 1 pizca de nuez moscada.
  • 2 cucharadas soperas de harina de trigo.
  • Leche entera 500ml.
  • sal.


Preparación:

  • Ponemos agua a calentar en una olla.
  • Mientras se calienta cortaremos la coliflor a racimitos, eliminando todas las partes duras, y la lavamos bien.
  • La ponemos en la olla y agregamos sal, la cucharada de aceite de oliva virgen, los granos de pimienta y el pan.
  • Cuando comience a hervir bajamos el fuego y tapamos. Cocemos hasta que este tierna pero sin desmoronarse.
  • Sacamos el pan y la pimienta y escurrimos la coliflor.

Preparación de la bechamel:

  • Calentamos la leche y dejamos en espera.
  • En un cazo ponemos la mantequilla, la nuez moscada y la sal y calentamos a fuego lento hasta derretir la mantequilla.
  • Agregamos la harina y removemos con cuchara de madera, dejándola cocer un par de minutos.
  • Echamos la mitad de la leche y seguimos removiendo.
  • Según vaya espesando iremos añadiendo el resto de la leche (si vemos que admite más, la ponemos).
  • Yo en este punto cambio la cuchara de madera por un batidor de varillas, removiendo despacio hasta que hierva y coja el espesor deseado.

  • En un recipiente de unos 5-6 cms de altura (apto para horno) rallamos un poco de queso sobre el fondo y colocamos la coliflor encima.
  • Rallamos de nuevo queso sobre la coliflor.
  • Vertemos la bechamel, poco a poco para que entre bien en todos los huecos de la coliflor y la cubra.
  • Espolvoreamos queso rallado por encima y repartimos unas pequeñas "nueces" de mantequilla por la fuente.
  • Metemos al horno, función grill a 200º C, hasta que esté doradita. El tiempo dependerá de cada horno.


                             Y eso es todo. ¡Espero que os guste mi forma de hacerla! 

Budín de pan

miércoles, 16 de marzo de 2016

Hay recetas de cocina que, solo pensar en hacerlas, ya te traen muchos recuerdos y anécdotas.
La receta de hoy es de origen inglés, aunque se hace mucho en La Línea de la Concepción (Cádiz), donde es ya casi un dulce típico que puedes encontrar incluso en pastelerías.
Mis padres y abuelos nacieron allí y parte de la familia trabajaba en Gibraltar e incluso con el tiempo vivían también ahí.
Cuando hago este dulce mis recuerdos me transportan a mi niñez, cuando venían mis primos de Gibraltar y nos juntábamos todos en la casa de mi tía Pepa, que vivía en la Línea.
Nos juntaba a todos en aquel enorme comedor, de muebles muy antiguos y unas sillas muy altas, donde te sentías como una enana.
Para ella, que no tenía hijos, era como una fiesta. Sacaba sus manteles buenos, sus tazas de porcelana inglesa, y por supuesto, el té. !Una gran tetera llena de té!
¡Y el budín, por supuesto, del que dábamos buena cuenta mis primos, mis hermanos y yo! Lo hacía riquísimo, era muy buena cocinera.

Yo os dejo hoy el mío, la receta original de la Tía Pepa. Espero que lo hagáis y os guste.



Ingredientes:

  • - 2  barras medianas pan de viena duro de un par de días. (cortando los picos, unos 6-7 cms por cada lado)
  • -1/4 kg de pasas (corintas o sultanas).
  • -la piel de un limón, rallada.
  • -canela molida 2 cucharaditas.
  • -nuez moscada rallada 1 cucharadita.
  • -1 lata de leche evaporada Ideal.
  • -2 y ½ vasos de azúcar (tamaño agua).
  • -4 huevos grandes batidos.
  • -100 gms de mantequilla sin sal.
  • -1/2 vaso de coñac o de licor de cerezas.
  • -1 sobre de levadura.
  • -1 pizca de sal.
  • -2 cucharadas de harina de maiz (maizena).



 Preparación:

  • Quitar los rabos a las pasas y ponerlas a remojar en agua caliente durante aproximadamente dos horas.
  • Dejar el pan a remojar también, en agua fría, hasta que esponje bien y escurrir bien entonces con una servilleta.
  • En un cuenco grande colocamos el pan y añadimos en este orden: la leche, el azúcar, los huevos batidos, la nuez moscada, la canela molida,
  • la ralladura del limón, la levadura, la maizena, el coñac y la mantequilla.
  • Remover todo bien hasta que esté bien mezclado, agregar las pasas (que previamente habremos secado y pasado ligeramente por harina) y
  • mezclarlas también muy bien con la masa, que queden bien repartidas. 

  • Dejamos reposar 15 minutos.

Continúa...






  • Engrasamos bien con mantequilla un molde rectangular y lo espolvoreamos con un poco de harina. Verter en él la masa y poner canela molida por encima.
  • Cocer a horno fuerte (180º C) a media altura y calor arriba y abajo, hasta que se vea dorado por encima y al pinchar con un tenedor este salga limpio (aproximadamente 1 hora).
  • Apagar el horno y dejarlo dentro unos 10 minutos.
  • Pasado ese tiempo lo sacamos y dejamos enfriar.


NOTA: 
-Si al pincharlo aún no está cocido del todo y sin embargo por arriba está muy dorado, poned un trozo de papel de alumnio que lo cubra.

-Aunque al sacarlo del horno veáis que está alto, casi a tope en el molde, luego baja casi a la mitad de altura. ¡No preocuparos, es normal!

-Os aconsejo un molde metálico rectángular. El mío es muy, muy antiguo, de los que mi abuela llamaba "de lata", y es donde mejor sale.









                                    Y no olvidéis: ¡con té está uhmmmmmmmmmm!





Alcachofas rellenas al foie.

viernes, 11 de marzo de 2016

Aunque actualmente no faltan todo tipo de frutas ni verduras en cualquier tiempo, yo particularmente intento cocinarlas en su temporada.
Quizá sea muy "tiquismiquis", lo reconozco, pero se nota, y mucho, cuando vas a cocinarlas. El aroma, el olor, incluso el color, la textura, y ya no digamos el sabor, no tienen comparación a las que compramos fuera de su temporada normal.
También es cierto que, sobre todo en algunas verduras, se nota mucho más la diferencia. Por ejemplo, las que traigo hoy al blog, las alcachofas (o "alcauciles" en Andalucía).
¿Os imagináis una alcachofa en Agosto? Insípida totalmente, es como comer hierba seca, por muy bien que la cocines, os lo aseguro. ¡Y más si eres fan total de ellas!
Y es que, aunque nos lleguen de otros países en que allí sí sean de temporada, se recolectan aún sin madurar, para que soporten mejor los a veces largos transportes, y claro, la maduración no es natural y el producto pierde cualidades.
A mi me encantan, de todas las formas posibles. En cuanto las veo en la frutería allá que me pillo unas cuantas y ya, hasta que se acaba la temporada, rara es la semana que no las hago.
Hay una receta que aprendí de mi madre, y que se hace mucho por Semana Santa, que solo lleva habas, guisantes y alcachofas. Recuerdo siempre ese guiso y un potaje de garbanzos con bacalao, que se comían en Jueves y Viernes Santo. No fallaba, era así cada año.

Mi receta de hoy es otra de mis "recetas inventadas". La comimos una vez en Jadraque, Guadalajara, y nos gustó tanto que la intenté hacer en casa y nos encantó el resultado. Es un poquito laboriosa, pero merece la pena el resultado.

Así que, vamos con ella...


Ingredientes:

  • 4 alcachojas grandes
  • 350 g champiñones enteros
  • 4 o 5 lonchas de jamón serrano
  • 150 g paté de campaña 
  • 2 chalotas (o una cebolla pequeña)
  • sal
  • pimienta
  • 1 copa de vino blanco (fino de Jerez)
  • aceite de oliva virgen
  • nata cocinar 250ml
  • agua
  • 1 limón


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Preparación:
  • Cortamos los rabos de forma que quede el corte recto, ya que luego nos será más cómodo al servirlas.
  • Cortamos la parte de arriba, de forma que no lleguemos a cortar el comienzo del corazón de las alcachofas.
  • Las lavamos muy bien, las untamos con limón y ponemos boca abajo, así no se ennegreceran.
  • Ponemos al fuego una cacerola con agua y sal, y a medio hervor agregamos las alcachofas, dejándolas cocer a fuego medio hasta que estén tiernas. No conviene removerlas, para que no se rompan y se suelten las hojas. 
  • Una vez tiernas las sacamos con mucho cuidado y las ponemos a escurrir boca abajo.

Mientras enfrían picaremos el resto de ingredientes:
Laminamos los champiñones (previamente lavados)
Picamos la chalota en trozos muy pequeñitos.
Troceamos el jamón.

  • En una sarten mediana ponemos tres cucharadas soperas de aceite, lo templamos y echamos la chalota picada, pochándola a fuego bajito, hasta que quede transparente.
  • A continuación agregamos los champiñones y seguimos pochando lentamente, irán soltando agua y ablandando.
  • Cuando esté todo bien pochadito agregamos el jamón, rehogamos un par de minutos y enseguida ponemos el paté.
  • A fuego muy bajito lo vamos integrando con una espátula de madera.
  • Agregamos 100ml de nata, removemos todo para integrarla y apartamos del fuego.
  • Rectificamos de sal y añadimos pimienta recién molida (al gusto de cada uno)
Y vamos al último paso de la receta, el relleno y acabado del plato...



  • Con las manos iremos "ahuecando" las alcachofas, con mucho cuidado de no destrozar el corazón, y comenzar a rellenarlas con la mezcla que hemos hecho.
  • Ya rellenas las iremos poniendo en una cazuela o cocotte (ahora nos vendra genial el haberles cortado rectita la base, se mantendran boca arriba perfectamente).
  • Al relleno restante le agregamos otros 150 ml de nata y la copa de vino, lo mezclamos bien y lo vertemos sobre las alcachofas.
  • Cocinamos unos minutos para que reduzca el vino y listo.

Nota: Si no vamos a servirlas enseguida, la salsa puede "engordar" un poco. Lo solucionamos añadiendo un poco de leche al calentarlas para servir.


                                        ¡Espero que os gusten, a mi me chiflan!






Sopa de coliflor

sábado, 5 de marzo de 2016

¡Que poquito queda para que llegue la primavera! Solecito, flores, y comidas más ligeritas...

Pero aún apetecen esas ricas y calentitas sopas que, como decía mi madre "entonan el alma" cuando hace frío.
Hoy toca sopa de coliflor. Fácil de hacer, de conservar, económica, y sobre todo, riquísima.



Ingredientes: 
  • 1 coliflor mediana (la mía pesaba 1 kilo, con hojas)
  • 2 patatas medianas
  • 1/2 kg tomates
  • 1 pimiento grande
  • 1 cebolla grande
  • 2 dientes de ajo
  • azafrán en hebras
  • sal
  • pimienta
  • 75ml aceite de oliva virgen
  • 1 hueso de jamón (o dos cubitos de caldo Maggi)
  • agua 
  • 1 naranja amarga o 1 limón

Preparación:

  • Lavamos bien la coliflor y vamos sacándole ramitos pequeños, cortando los troncos duros.
  • Pelamos, lavamos y partimos las patatas a trozos pequeños.
  • En una cacerola ponemos la coliflor y las patatas, agregamos el hueso de jamón (o en su defecto los cubitos de caldo concentrado) y cubrimos todo con agua fría. 
  • Calentar a fuego medio mientras hacemos el sofrito.
  • Antes que nada picamos menudito los ajos, la cebolla, el pimiento y los tomates pelados.
  • En una sarten mediana ponemos a calentar el aceite, echamos enseguida los ajos, removemos y agregamos la cebolla, que pocharemos un par de minutos.
  • Agregamos el pimiento y seguimos pochando todo a fuego medio bajo, hasta que estéhecho.
  • Subimos el fuego y echamos los tomates, removiendo y machando con una cuchara de madera hasta que quede como una salsa espesa.
  • Echamos el sofrito, las hebras de azafrán y molemos un poco de pimienta en la cacerola, sobre las papatas y la coliflor.
  • Rectificamos de sal y dejamos cocer hasta que todo esté tierno.
  • Si espesa, agregar más agua (caliente eh). El agua siempre debe cubrir los ingredientes.

¡Y lista la sopa!

  • Para servirla, sacar lo que necesitemos a otro recipiente más pequeño y cocer unos fideos finos.
  • Ya servida podemos ponerle un chorrito de naranja amarga, y si no la tenemos, de limón.
  •  El resto lo podemos congelar o dejar en el frigorífico en la parte baja. Dura bien unos cuatro días.


                                              ¡Espero que os guste!







Conejo al estragón.

viernes, 26 de febrero de 2016


Nutritiva, económica y baja en calorías. Tres buenas razones para consumir carne de conejo. 
Rica en minerales, como hierro y magnesio, y vitaminas E, B12, B6 Y B3, muy importantes para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Es una carne baja en grasas y en Sodio,  por lo que es muy recomendable para mantener nuestro colesterol a ralla.
Y por supuesto ideal para dietas, por su bajo contenido en calorías (unas 125 calorías/100g).
Pero lo mejor es que está riquísima, y podemos hacer infinidad de recetas con ella, como arroces, en diferentes salsas, asada...

La receta que os dejo hoy es uno de mis "inventos" culinarios. Cuando la hice, lo primero que pensé fue: quiero que lo que sobresalga de ella sea el aroma a estragón. Me fascina ese aroma, por eso lo uso mucho en mi cocina.
Es una receta muy rica, sencilla y fácil de hacer. Espero que os guste.



Ingredientes:

  • un conejo de 1.500g aproximadamente
  • 2 pimientos verdes
  • una cebolla grande
  • 3 tomates grandes y maduros
  • 1 dientes de ajo entero
  • pimienta negra
  • sal 
  • 2 cucharaditas de estragón picado (si no lo encontraís fresco os vale también de bote)
  • 1/2 vaso de de vino blanco de Jerez
  • agua
  • 1/2 vaso aceite de oliva virgen

Preparación: 

  • Lavamos y ponemos a escurrir el conejo y le ponemos la sal
  • Escaldamos los tomates en agua recién hervida durante 10 minutos.
  • Pasado ese tiempo los enfríamos, pelamos y los cortamos en daditos pequeños.
  • Picamos la cebolla y el pimiento, por separado, en brunoise (trozos pequeñitos).
  • Golpeamos el ajo, sin pelarlo.
Ponemos una cazuela o cocotte al fuego medio y cubrimos el fondo con el aceite de oliva.
Vamos agregando los trozos de conejo y los vamos fridiendo poco a poco por todos los lados, hasta que quede doradito.
Escurrimos el aceite de haberlo frito en una sarten, echamos la  cebolla y la pochamos unos minutos, agregando a continuación los pimientos y el ajo entero. Freímos a fuego medio-bajo.
Cuando estén fritos agregamos los tomates y subimos un poco el fuego, para que ablanden bien, removiendo de vez en cuando para que no se quemen.
Volcamos este sofrito sobre el conejo, apartando antes el ajo.
Añadimos medio vaso de agua
Lo mezclamos todo bien y molemos sobre éllo pimienta al gusto, el medio vaso de vino y el estragón.
Lo tapamos y cocemos a fuego lento unos 15-20 minutos.
Abrimos, rectificamos de sal si es necesario, y subimos el fuego hasta que evapore todo el agua y la salsa esté trabada.


Nota: los vasos para las medidas han sido vasos tamaño para agua. 

Espero que os guste mi receta y el aroma del estragón, a mi me encanta.

                                                     ¡Feliz fin de semana!



Puchero andaluz. Sopa de picadillo

miércoles, 17 de febrero de 2016


¿Quién dice que en Cádiz solo comemos pescadito frito?

Claro que lo comemos, además tenemos fama de hacer el mejor pescado frito de España, y no solo por el buen "material" de nuestras costas, sino por el "arte" que ponemos en éllo (no tengo abuela eh :) ).
Además, tenemos infinidad de guisos de carne, de pescado o de verduras. Nuestras berzas con sus correspondientes "pringás" son riquísimas, nuestros adobos, o nuestras "papas con choco" que están para rabiar de ricas, o la urta a la roteña que está riquísima.
Pero si hay una comida de aprovechamiento en la cocina andaluza por excelencia, es el puchero. Un buen puchero da para mucho, empezando por su caldo, que lo mismo con fideos, con arroz, o simplemente con rebanadas de pan del día anterior y unas ramitas de hierbabuena nos soluciona una rica sopa de primer plato (un primer plato que solemos acompañar con un segundo de "pescaito frito" en muchas ocasiones).
Con la carne y demás ingredientes podemos comenzar por una buena pringá como segundo plato (con sus patatas y repollo), o unas ricas croquetas, o simplemente en tortilla o también "ropa vieja".

Os dejo mi puchero de esta semana y ya os digo cómo lo he aprovechado yo.



Vamos con los "avios del puchero", que es como se piden en mi tierra los ingredientes para un buen puchero en la carniceria.

  • 1/2 kilo de jarrete de ternera (morcillo).
  • un trozo de falda de ternera (aproximadamente 200g).
  • 1/2 pechuga de pollo o de gallina (opcional)
  • dos huesos de ternera (rodilla o tuétano).
  • un hueso de espinazo salado.
  • un trozo pequeño de tocino salado.
  • un trozo de tocino ibérico.
  • 4 ó 5 pencas de apio.
  • zanahorias (al gusto)
  • 300 g de garbanzos (remojados la noche anterior
  • un par de patatas medianas
Para la sopa de picadillo

  •  huevo cocido
  • jamón serrano cortado a trocitos pequeños
  • fideos finos
  • Hierbabuena
   



Preparación:

Lo primero que vamos a necesitar es una buena y hermosa olla. Yo utilizo una olla express grande, aunque no la pongo con la válvula, me gusta hacerlo despacio, a fuego lento, sale mucho más rico el caldo.

  • Llenamos la olla de agua hasta la mitad y la ponemos al fuego para que hierva.
  • Mientras tanto lavamos bien todos los ingredientes y escurrimos.
  • Cuando el agua comience a hervir agregamos los garbanzos y el apio y la zanahoria cortados a tiras. 
  • A fuego fuerte dejamos que hierva de nuevo y entonces vamos agregando la carne, los huesos y el tocino.
  • Y a dejar que hierva un buen rato e ir desespumando las impurezas que pueda soltar la carne.
  •  Una vez limpio bajamos el fuego a medio-alto, ponemos una tapadera y a cocer.
  • El tiempo de hacerlo es aproximadamente tres horas, vigilándo cada media hora y sacando caldo que colaremos a otra olla limpia.
  • Cuando haya pasado hora y media y tengamos caldo ya hecho agregamos las dos patatas peladas y troceadas y un poco de sal.
  • Continuamos así hasta que garbanzos y carne estén tiernos.

Más abajo os digo cómo hacer una rica sopa de picadillo y algunos truquillos.





  • Cocemos un huevo o dos, según los comensales.
  • Picamos el jamón.
  • Sacamos caldo y lo ponemos en una cacerola más pequeña. 
  • Dejamos hervir y agregamos los fideos, removiéndolos para que queden sueltos.
  • Ya tiernos, ponemos el jamón y por último el huevo.
  • El toque final, unas hojitas de hierbabuena.

Y a servirla. ¡Espero que os guste!

 Yo hoy la acompaño con unas ricas croquetas caseras...de puchero. Pero esa receta la dejo para otro día.


Truquillos:
 Un truquillo que me dijeron hace poco es poner cubitos de hielo en un cazo de servir y pasarlo despacio sobre la superficie del caldo. Las impurezas se adhieren rápido al cazo helado.

La sal es conveniente ponerla poco a poco y cuando veamos que los garbanzos estén medio tiernos. Si la ponemos antes se endurecerán.